Sabes la pasión es cruel,
no le importa lo que sufras,
ni le importa lo que llores,
lo que importa... es sangrar.
Sabes la soledad es fiel,
no te cambia por ninguno,
ni te engaña ni traiciona,
te acompaña... hasta el fin.
Ay, adonde vamos a ir,
Ay, adonde vamos a estar.
Sabes no sé quién eres tú,
de qué lado masca tu lengua,
si te ríes cuando duermes,
si te importa cómo sangro... no lo sé.
Ay, adonde vamos a ir,
Ay, adonde vamos a estar.
Cerca del fuego, dentro de un siglo,
entre la peste... sólo tus manos.
sábado, 16 de enero de 2010
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